martes, 6 de agosto de 2013

CAPÍTULO 2

*Narra Nuria*
Comenzó a sonar la alarma de mi móvil  y aún con mucho sueño, me desperté y la apagué. Iba a ir a llamar a Andrea, aunque, ya se había despertado. Entre al baño a vestirme y después se vistió ella. Bajamos a la cocina, en la que ya estaban mis padres y mi hermano pequeño, Mario. Nos tomamos un vaso de leche con colacao, guardamos las maletas en el coche. Revisamos que habíamos cogido todo y nos montamos en el coche. Después, salimos de casa.
En cuanto montamos en el coche, Andrea y yo nos dormimos. Aunque a las tres horas estábamos despiertas, pues mi hermano no paraba de molestar.

Yo: Mario, estate quieto y cállate...
Andrea: Eso Mario, pórtate bien.
Mario: No, no y no. Os fastidiáis.
Andrea: En vez de nueve años, parece que tienes dos.
Yo: Pues la verdad, podía tenerlos, así le seguíamos disfrazando de niña.
(Era a lo que jugábamos Andrea y yo siempre que estábamos con él. Ahora siempre que se lo recordamos nos pega. Pero, es que, era muy gracioso. Era verle en fotos -que nosotras le hacíamos- con vestiditos y diademas, y nos entraba la risa.)

Después de más de media hora, Andrea y yo conseguimos que se durmiese. Y entonces, nosotras nos volvimos a dormir. Poco después, mis padres pararon en una cafetería, pero nosotras decidimos quedarnos en el coche. A los diez minutos, continuamos con el viaje.

*Narra Andrea*
Cuando conseguimos que el hermano de Nuria, se durmiera. Nos dormimos nosotras. Aunque yo me desperté poco después, y como Nuria seguía dormida, pues me puse a enredar con mi móvil. Mientras sus padres, hablaban. (Su padre, también conducía. Claro). Serían las doce y Nuria ya se había despertado.

*Narra Nuria*
Me desperté y a los diez minutos me llegó un mensaje de Paula (una amiga) "Pásalo bien. Besitos guapa"  El mensaje también se lo envió a Andrea. Nosotras la respondimos enseguida. Mi padre conducía (claro), mi madre mientras, iba cantando canciones de los años 70, y mi hermano estaba dormido. Mientras nosotras hablábamos. Una hora después mi madre nos avisó de que dentro de poco llegábamos.

Madre de Nuria: Chicas, en unos quince minutos llegamos.
Yo: Bien, por fin.
Andrea: Guay.
Mario: Aleluya.
Yo: Uy, si el enano está despierto.
Mario: Que te calles.
Yo: Si, si, porque tu lo digas.
Mario: (sacándome la lengua) Idiota!.

Decidí pasar de él... Esos quince minutos se pasaron super rápido. Y por fin, llegamos a el hotel. Aparcamos el coche y nos bajamos. Cada uno cogió su maleta. Y nos dirigimos hacia la puerta del hotel. Al entrar, pudimos confirmar que el hotel era estupendo, era de cuatro estrellas, super lujoso.
Fuimos a la recepción y nos dieron las llaves, fuimos al ascensor y nos dirigimos a las habitaciones. Mis padres habían cogido una habitación para ellos y para mi hermano y otra para Andrea y para mí. Así que al salir del ascensor nos despedimos y nos fuimos a nuestra habitación.
Al entrar, nos quedamos alucinadas, la habitación era enorme. Tenía dos camas, una tele, un baño muy espacioso, una terraza... (lo típico). Entonces empezó a sonar mi móvil. Era mi madre.

Madre: Hola hija.
Yo: Hola. Dime
Madre: En cuanto terminemos de colocar la habitación, nos vamos al comedor. ¿Os venís?
Yo: ¿Pues, que hora es?
Madre: Son casi las dos.
Yo: Ir sin nosotras, aún no hemos terminado de colocar la habitación y tampoco tenemos mucha hambre.
Madre: Vale. Ah, por cierto. Después de comer nos vamos a ir con el coche a dar una vuelta por Marbella. ¿Os queréis venir?
Yo: Espera, que le pregunto a Andrea.
Madre: Vale.
Yo: No, nos quedamos aquí en la piscina.
Madre: Como queráis. Hasta luego.
Yo: Adiós.

Después de colgar seguimos colocando la ropa y al terminar, cada una se tumbó en una cama y nos pusimos  a hablar:

Andrea: ¿A que hora bajaremos a la piscina?
Yo: Pues... a las cuatro y algo.
Andrea: Vale. Pues como hasta entonces no vamos a tener nada que hacer, ¿que te parece si vemos una película en la tele hasta que nos vallamos a la piscina?
Yo: Perfect.

Dicho esto nos levantamos, fuimos al baño, nos peinamos, y salimos de la habitación. Para ir a comer.


Mientras en otra habitación:
*Narra Dani*
Acabamos de venir del buffet, y nos pusimos a ver la tele. Aunque la tranquilidad en la habitación no duró mucho, pues al rato, Carlos insistía en que tenía hambre...

Carlos: Tengo hambre!
Dani: Pero si acabas de comer.
Carlos:  Si, pero tengo hambre. Me apetece chocolate.
David: (Dándole una tableta de chocolate) Toma y calla.
Carlos: Bien!! Olé, Olé. (Se puso ha bailar por la habitación)
Blas: Pero no te lo comas todo, eh!
Carlos: Claro, tranquilos. Que dejaré algo.
Álvaro: Si, si. Eso dijiste la última vez. Y al final la tableta de chocolate desapareció en cinco minutos...
Blas: Que se le va hacer, si es que este chico no está muy bien de la cabeza. No para de comer chocolate en todo el día.
Dani: Si, y para colmo tiene la cabezota de tamaño de un melón.
Carlos: Eh!!!
Dani: Jajajaj
David: Pero en el fondo te queremos hermano!
Carlos: Si, claro, y por eso decís que mi cabeza es igual que un melón. Si es que, tener amigos para esto...
Álvaro: Calla y come, anda.
Carlos: ¿En que quedamos? Primero me dices que calle, después que coma y ahora que ande. ¡Me estoy liando!
Blas: Carlos y sus chistes malos...

1 comentario:

  1. Ay que risa con la parte de los chicos es que son tremendos :D

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